
Amiga, que mal tu temor,
tenes que entender:
solo cuando muere la flor,
el fruto puede nacer.
Amiga, no te culpes,
tenes que saber:
más firmes son los pies
después de caer.
Amiga, aquello terminó,
y vos sabrás si lo valió.
Pero sabes: lo que no te mató,
más fuerza te dio.
Matias Humaran
No hay comentarios.:
Publicar un comentario