11 dic 2012

Parte médica



Algunas tristezas
parecen al principio
astillas en la sangre hirviendo,
inundan el pecho y la garganta
se acobardan en la boca.
Unas huyen por los ojos
o se instalan en la mirada
las peores se vuelven filtro
y ya no hay luz ni colores.

Vienen en muchas formas y sabores
son una adicción jodida .
Al empezar, inmediatamente,
se busca excusas para otra dosis
(canciones, versos, fotos)
obviamente esto lo empeora,
pero hay cierta satisfacción
en la destrucción.

No se conoce cura general
cada enfermo es un mundo.
Muchos prueban el olvido,
que por insistencia nunca llega.
Otros con el resentimiento
condenando la razón detonante,
estos son mayoría.

La terapia de la superación
es lo mas recomendado
pero requiere aceptación
y cierta resignación,
son pocos los que lo lograron.

El problema está
en que estas drogas sociales
son aceptadas sin condiciones
y claro, con apoyo tácito
la opción preferida
es la recaída.

Matías Humaran

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